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Home - La limpieza de mi moqueta: ¿cómo influye en la calidad de vida?
¿Harto de morder el polvo? La moqueta le ayuda a alejarlo consiguiendo una atmósfera optimizada.
Respire a pleno pulmón con la moqueta
«Provoca alergias», «es difícil de mantener limpia», «un nido de polvo»... son argumentos que han sacado la moqueta de nuestros hogares en los años 80/90, pero numerosos estudios científicos realizados desde entonces demuestran que disponer de moqueta en el hogar es optimizar la calidad del aire interior.
Las personas alérgicas suelen rechazar la moqueta, pero se equivocan, porque los alérgenos son transmitidos siempre por el polvo que se encuentra en suspensión. La moqueta es precisamente el único revestimiento que lucha contra la propagación del polvo en el aire, porque lo capta y lo retiene. Por el contrario, en un suelo duro las corrientes de aire levantan los alérgenos en la atmósfera de las estancias, haciéndolos llegar hasta las vías respiratorias.
Prestarle ayuda es optimizar sus propiedades
La moqueta es eficaz y mantiene el equilibrio de su interior. Para optimizar su acción en el tiempo, es crucial ayudar a su mantenimiento con una ventilación diaria y una limpieza regular. Algunos consejos no exhaustivos:
- Pase el aspirador/el aspirador de cepillo una o dos veces a la semana insistiendo bajo la cama, los colchones y los sofás. Es preferible optar por el filtro HEPA, muy eficaz para captar las partículas en el aire.
- Quite el polvo regularmente.
- Ventile tanto en invierno como en verano.
- Controle el nivel de humedad de las estancias.
- Deje un espacio entre las paredes y los muebles para evitar que el polvo se acumule ahí.
