La noción de identidad para Balsan nació en el corazón de la Real Fábrica, su primer antepasado. Cuna de la pasión de una familia por el universo del textil, la Real Fábrica fue, desde su creación bajo el reinado de Luis XV, un lugar de fabricación de paños cardados y uniformes.
En 1857, la empresa fue comprada por Pierre BALSAN, un hombre al que le gustaba el riesgo y la innovación. Rápidamente transformado en un verdadero director industrial, aporta, paso a paso, su esencia a la empresa.
Al cabo del tiempo, el personal de Balsan no ha dejado de rendir homenaje al hombre que, aún hoy, marca las claves de la gestión de nuestra empresa: creatividad y valentía, apoyadas por herramientas industriales de última generación y el respaldo de un valioso buen hacer.
El espíritu emprendedor que corre por sus venas llevará a Louis Balsan a visitar frecuentemente los Estados Unidos de posguerra, donde descubrirá la técnica del Tufting.
Mucho antes del año 2000, el espíritu startup en busca de novedades madura ya en nuestros establecimientos. El equipo de Balsan asumió los valores de los miembros de la familia que durante tanto tiempo habían dirigido la empresa y decidió plasmar la firma de Louis como emblema de la marca Balsan.
La rápida expansión llevará a la construcción de una nueva planta de producción en Arthon a finales de 1973, lugar que se convertirá en la sede social oficial de la compañía, pero también en un magnífico territorio natural para preservar celosamente.
Una vez establecida, la empresa familiar representa un atractivo a escala internacional que la llevará a colaborar con los grupos más importantes. Desde 2006, Balsan disfruta del privilegio de formar parte del grupo belga Belgotex Internacional, muy activo en 4 continentes.
Hoy, Balsan se apoya en las competencias de sus 250 colaboradores y alcanza un volumen de negocios de casi 70 millones de euros, de los que un 45 % corresponde a la exportación.
Los dos emplazamientos industriales de Balsan están implantados e integrados a la perfección en un marco cuyo entorno está perfectamente preservado. Uno es la fábrica de Arthon (45 000 m2 dedicados a la fabricación de moquetas en rollo) y el otro es la fábrica de Neuvy-Saint-Sépulchre, especializada en la fabricación de losetas de moqueta. Con estos dos establecimientos, Balsan crea universos de bienestar en el hogar, en la oficina o en el hotel, allá donde la moqueta pueda tener un papel duradero con sus combinaciones de colores, su tacto mullido y su acústica relajante.
