Los 450 pisos ofrecen alojamiento a casi 600 estudiantes en un entorno responsable. Funcionan como una ciudad, con restaurante, cine y pabellón de deportes, por citar sólo algunos. Todos estos espacios requirieron una atención especial durante la fase de diseño, sobre todo en lo que se refiere a limitar la contaminación acústica procedente de los espacios entre las viviendas. Los estudiantes deben poder vivir y estudiar en paz y tranquilidad, sin ser molestados.
Cada planta tiene su propio color. La moqueta elegida por el interiorista es una baldosa Take a Walk de Balsan. Todos los pasillos se crearon en 4 colores especiales.
Un concepto verde, azul, amarillo y gris para todos los pasillos. ¡Brillante!